domingo, 8 de enero de 2012

De vista, de oídas, de leídas

Álvaro Pombo, Nadal en su última convocatoria
Álvaro Pombo (Santander, 1939) es un cosechador de premios literarios de gran envergadura, desde el Herralde (1983) con El héroe de las mansardas de Mansard, hasta el Planeta (2006) con La fortuna de Matilda Turpin, pasando por el Nacional de la Crítica (1990) con El metro de platino indiado, para muchos su obra maestra. Y ahora el Nadal con El temblor del héroe (lo del héroe le va sin duda). Acostumbrado a la polémica (su ligera actitud ante el asunto gay le ha reportado más de un disgusto, aunque él mismo se ha declarado homosexual), en más de una ocasión ha expresado claramente sus críticas contra la mercadotecnia y trivialización empleadas estos últimos años por el colectivo gay (ver Contra natura, de 2005). Aparte esto, Pombo es un escritor comprometido con la labor de creación, que en un principio tuvo que ver con la lírica (él mismo se considera más poeta que novelista) pues la primera obra que dio a conocer fue Protocolos (1973) y más tarde ganó el premio El Bardo de poesía con Variaciones (1977). SIn embargo, lo que le ha dado más prestigio es su trabajo como narrador, cuyas dos características principales son el manejo magistral del lenguaje y los tonos humorístico e irónico que salpican muchas de sus páginas.
El temblor del héroe, LXVIII Premio Nadal, "narra la pérdida de entusiasmo de un profesor universitario jubilado", con palabras del jurado del premio. Habrá que leer la novela para averiguar por dónde fluye actualmente el entusiasmo novelístico de este escritor político y activista español que, siguiendo su proverbial pesimismo, suele afirmar: "Hay que hacer el bien porque el mal ya está hecho".

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