I.
El niño, sentado sobre el escalón de la
puerta, está triste, con los ojos perdidos en la pared manchada del fondo del
patio. De repente, el abuelo se le acerca por detrás y le toca el hombro. El
niño se gira para mirarle. Entonces el anciano le dice mientras le alarga una
libreta pequeña de cubiertas color de miel:
--Esto es para ti. Lo escribió la abuela
antes de dejarnos. Me dijo que te la entregara cuando hiciera una semana de su
partida. Y hoy es el día.
El niño coge la libreta y, con lágrimas en
los ojos, sale corriendo hacia su cuarto con el deseo de ponerse a leer lo que
su abuela había escrito para él. Intuye que esa libreta, de algún modo, le
mantiene unido a su abuela muerta. Así pues, se seca las lágrimas y, tumbado
sobre la cama, abre la libreta y se refugia en su contenido.
II.
Y lo primero que encuentran sus ojos es un
título que le alimenta la imaginación: ADIVINANZAS PARA TI. Y a continuación
las palabras que su abuela escribió dirigidas a él:
“Mi muy querido nieto: Sabes de sobra que
las adivinanzas son manifestaciones populares de todo tiempo y lugar
consistentes en ingeniosas combinaciones de palabras que plantean un enigma que
hay que resolver, acertando la cosa por la que se pregunta, se esconde o se
sugiere. Ya sé que es una definición algo extensa, pero sé que tú, que eres muy
listo, la entenderás a derechas.
“En las páginas que siguen te he reunido
unas cuantas adivinanzas que tienen que ver con el cuerpo humano, la
naturaleza, la casa, las prendas de vestir, los objetos más variados y cosas
por el estilo. Espero que al volverlas a leer, recuerdes los ratos agradables
que pasamos juntos, y que cuando tú mismo te hagas mayor, se las cuentes a tus
hijos y a tus nietos.
Intenta descifrarlas, pero si alguna se te
resiste, al final tienes todas las soluciones. Te doy muchos besos mientras te
invito a que, sin más espera, pases a la página siguiente para comenzar el
juego.”
III.
Imagínate que estás en la cocina.
Piensa en los condimentos y comidas, antes de enfrentarte a las siguientes
adivinanzas:
1. “Un arbolito, fino, bajito, blanca la
gorra, verde el vestido”.
Otra variante:
“Gorda la cabeza, el cuerpo estrecho, y no
me puedo aguantar derecho”.
2. “ Una señorita está en el terrado, con
la cola verde y el vestido morado”
3.
“Verde me crié, rubio me
cortaron y blanco me amasaron”.
Otra variante:
“En el campo verdea, en la casa blanquea,
sirve de alimento y es más caliente cuanto más fresco.”
4. “Blanco por dentro, verde por fiera; si
quieres que te lo diga... espera”.
4.
“Una caja blanca y tierna,
que se abre y no se cierra.”
Otra variante:
“Mi madre es tartamuda, mi padre es
cantador, tengo blanco mi vestido y amarillo el corazón.”
5. “Si me miras a derechas, soy un vegetal;
si me miras al revés, soy un animal.”
6. “Oro parece, plata no es; quien no lo
adivine bien tonto es.”
7. “Blanca de nacimiento, verde de
inclinación, y ahora por mala suerte, soy más negra que el carbón.”
8. “He nacido de la tierra, conmigo el
hombre es valiente, a veces doy la salud y a veces mato a la gente.”
9. “¿Quién es la que viene de fuera, vive
en la casa y come con la gente en la mesa?”
Vamos ahora con objetos y cubiertos
de la cocina.
10. “¿Qué es lo que tiene rabo y no lo
puede mover?”
11. “Adivina este misterio: un señor que
come todo, y siempre está delgado y seco”.
12, “Cuanto más se levanta, más baja”.
Otra variante:
“Adivina, adivina: si quieres hablar
conmigo, has de mirar hacia arriba.”
13. “Lana sube, lana baja; ya te he dicho
de qué trata.”
14. “ Presido todas las mesas entre muchos
pretendientes; uno me coge, otro me deja, pero sola me quedo siempre.”
15. “Tengo patas y no camino; alas, y no
puedo volar, y tanta comida me entregan, que toda la vuelvo a entregar.”
16. “Cuando trabajo estoy derecha, y si
alguien me quiere parar, me ha de poner de manera que no pueda trabajar.”
17. “Verde en el campo, negro en la plaza
y rojo en la casa”.
18. “Nace en el bosque, crece en el
bosque, y conoce en la casa todos los rincones.”
Otra variante:
“Verde en el campo, blanca en la plaza y
muy trabajadora en casa.”
19. “¿Qué es aquella cosa, di, donde todos
metemos la nariz?”
20. “¡Qué cosa tan extraña, que come por
abajo y lo echa por la espalda!”
21. “Tengo de madera el cuerpo y de hierro
la cabeza, y tan sólo en golpear consiste mi tarea.”
¿Qué, cómo ha ido? ¿Las has adivinado
todas? Si no, puedes consultar las
SOLUCIONES:
ajo, berenjena, pan, pera, huevo,
arroz, plátano, aceituna, vino, mosca, cuchara, plato, porrón, navaja, botella,
mesa, silla, carbón, escoba, vaso, cepillo de la madera, martillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario