domingo, 9 de enero de 2011

LA COCINA DE SIEMPRE

La cocina en una revista de posguerra (1)




Inicio hoy una nueva sección dedicada a la cocina de siempre, y lo hago pensando en una revista de posguerra titulada La Familia, revista mensual ilustrada del hogar. Tengo a la vista encuadernados los números de 1947, desde enero a diciembre, cada número suelto costaba 3 pesetas y la suscripción anual, 30. La Revista se fundó en Barcelona en 1908, el año en que nació mi padre. Entre sus secciones destacan Cuando nuestros abuelos eran nietos, La Iglesia enseña, El humor de aquel tiempo, Páginas de hoy, Chispas de ingenio, A ratos perdidos o En la cocina, entre otras.

Y hablando de cocina, en el número de enero de la citada Revista en el apartado culinario se explican las tres recetas siguientes:


Plato extranjero: Bolitas de patatas "belgas".

Se hace un puré de patatas. Se le añade una cuchara grande mantequilla, una yema de huevo y una tacita de leche. Se mezcla todo muy bien añadiéndole un poco de sal y pimienta. Se deja enfriar y luego se hacen las bolitas. Aparte se ha batido la clara de huevo sobrante y se mezcla pan rallado. Finalmente, se pasan las bolitas por esta ultima mezcla de clara y pan rallado y acto seguido se fríen en una sartén de aceite bien caliente. Y listas para servir.


Gusto popular: Pajaritos a la bilbaína.




Los pajaritos, bien limpios y destripados y cortados los picos y las patitas, se ponen a freír en una sartén con manteca o aceite fino. Una vez fritos, escurrirlos y conservarlos tapados al calor. En la misma manteca de cerdo o aceite fino échese pan rallado mezclado con perejil picado y, si gusta, un poco de ajo picado también; salpimentar y revolver la salsa un poco caliente y, finalmente, verter por encima de los pajaritos. Y listos para servir.


Plato típico del mes: Crema de Reyes.



Cocer arroz a fuego lento en agua con poca sal, una corteza de limón y dos hojas de laurel. Aparte machacar 250 gramos de almendras mondadas con un poco de agua hasta conseguir una pasta o leche compacta; escurrirla sobre una servilleta blanca y luego desliarla en un cuartillo de agua templada. Al arroz se le añade azúcar y a medida que alcanza la cocción, se le va añadiendo la pasta o leche de almendras. Una vez cocido todo, se retira y se deja enfriar aromatizándolo con canela en polvo y agua de azahar. Y listo para servir.

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